Descubre cómo la detección precoz del cáncer de mama puede salvar muchas vidas.

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El cáncer es una enfermedad que nos causa preocupación desde siempre, y no es de extrañar, puesto que esta enfermedad es capaz de cobrarse la vida de muchas maneras de una manera horrorosa.

De hecho, una de los pensamientos que suelen tenerse acerca de esta enfermedad es que es incurable, dadas las dificultades que presenta para sanar y lo difícil que le resulta escapar de ella para muchas personas.

Sin embargo, para ciertos tipos de cáncer como el cáncer de mama existen múltiples maneras de prevenir esta enfermedad, mediante la prevención precoz de cáncer de mama que es capaz de salvar miles de vidas; de hecho, detectar este cáncer a tiempo tiene una probabilidad de sanación de hasta un 90%.

¿Qué es el cáncer de mama?

Uno de los tipos de cáncer que más preocupa a mujeres de todo el mundo es el cáncer de mama, el cual suele originarse por lo general en mujeres de 50 años en adelante (aunque también es capaz de afectar a mujeres más jóvenes).

El cáncer de mama es un tipo de neoplasia que se origina en las células del tejido mamario, predominantemente en los conductos que llevan la leche hacia el pezón (carcinoma ductal) o en los lobulillos que producen la leche (carcinoma lobulillar). Es la forma más común de cáncer en mujeres, aunque también es capaz de afectar a hombres. Este tipo de cáncer se desarrolla cuando las células mamarias experimentan mutaciones genéticas que desencadenan un crecimiento celular anormal y descontrolado.

Entre los factores de riesgo pueden influir antecedentes familiares de cáncer de mama si los hubiera, mutaciones genéticas, edad, género, exposición a hormonas, y ciertos factores relacionados con tu estilo de vida. Los síntomas pueden variar, pero comúnmente incluyen la presencia de un bulto en la mama, cambios en la forma o tamaño del seno, cambios en el pezón y secreciones inusuales.

Mediante su diagnóstico se realizan pruebas de imagen tales como la mamografía, la ecografía mamaria y la resonancia magnética. Tras estas pruebas, el cáncer se confirma mediante la realización de una biopsia.

Una vez se confirma el cáncer, se procede a tratar al paciente mediante diversos tratamientos, entre los que podemos encontrar cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal o inmunoterapia, según el tipo y la etapa del cáncer que padezca el paciente.

Sabemos de sobra que todo esto suena muy desolador, aunque no desesperes, ya que como hemos mencionado anteriormente la detección temprana es muy beneficiosa para mejorar la supervivencia y tratar el cáncer a tiempo.

¿Cómo se previene el cáncer de mama?

 

Tal y como exponen los profesionales de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología IVO, ¡la mejor forma de curar una enfermedad es no desarrollarla! Y esto se consigue mediante la prevención.

Todos deberíamos de realizar un examen de prevención pasada una edad para prevenir cualquier problema; justo al igual que cuando nos hacemos una analítica de sangre al año para consultar nuestro estado de salud.

Por este motivo no deberíamos restarle jamás importancia a este diagnóstico precoz, y, además, si no nos gustan los médicos podemos realizarnos un autodiagnóstico desde la comodidad de nuestro hogar ¿lo sabías?

Si te interesa saber más, quédate a conocer todos los medios de prevención a continuación:

  1. Realízate una autoexploración mamaria: puedes realizarte tú mismo una autoexploración mamaria que te permita conocer tus mamas y detectar posibles cambios. Busca bultos, cambios en la forma o tamaño, y cualquier anomalía en la piel o pezón; en el caso de que encuentres algo inusual o sientas un cambio repentino, ve al médico.
  2. Hazte mamografías regulares: las mamografías cumplen un papel muy importante en el proceso de la detección precoz. Las mujeres deben seguir las recomendaciones de su médico en cuanto a la frecuencia de las mamografías, generalmente a partir de los 40 años.
  3. Lleva un estilo de vida sano: adoptar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de cáncer de mama. Por ello, mantén un peso corporal saludable, realiza ejercicio regularmente y preferiblemente no bebas alcohol. Sobre todo, insistimos en el hecho de hacer ejercicio, ya que realizar esta actividad se relaciona directamente con la mejoría y la prevención del cáncer de mama.
  4. Mantén una dieta equilibrada: incluye alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales en tu dieta. Entre esos alimentos, opta por frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, y, de igual forma también te recomendamos limitar el consumo de alimentos procesados y grasas saturadas.
  5. Evita la terapia hormonal posmenopáusica: muchos estudios han demostrado que la terapia hormonal posmenopáusica puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. Por este motivo, te aconsejamos hablar con tu médico sobre los riesgos y beneficios antes de considerar este tipo de tratamiento.
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