NiƱos que acuden al dentista asistidos por perros.

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Una de las últimas novedades en odontología para niños es que los mÔs pequeños pueden realizar la visita al dentista asistidos por perros. La presencia de los animales ayuda a mitigar la ansiedad y aumenta la autoconfianza. Esta medida terapéutica se lleva aplicando desde hace años en EEUU y algunos países de Europa. Ahora se va introduciendo poco a poco en España.

Para algunos niƱos, acudir al dentista puede suponer todo un drama, lo asocian con el dolor y lo rechazan. En niƱos pequeƱos, con necesidades especiales o con ciertos Trastornos de Conducta, les puede llegar a causar ataques de ansiedad. El uso de perros en estos casos ha demostrado ser eficaz para tranquilizarlos.

La odontopediatrƭa es la rama de la odontologƭa que se encarga de la salud dental de los niƱos. AdemƔs del conocimiento de las particularidades que presentan las bocas de los pequeƱos, ejercer esta especialidad requiere de empatƭa y del manejo de ciertas tƩcnicas de psicologƭa.

Hay que hacer que la visita al dentista sea como un juego. Que le reporte al niƱo mƔs alegrƭa que miedo. Que le dƩ ganas de volver. En esto, la presencia de mascotas durante la consulta es beneficiosa.

La Asociación Psico Animal, una asociación multidisciplinar de Madrid que emplean animales en terapias con niños, llevan unos años trabajando con la clínica dental Santa Clara, en el pueblo madrileño de Navalcarnero. Este es uno de los casos pioneros en la utilización de perros en la asistencia dental a niños en nuestro país. Los psicoterapeutas de Psico Animal dicen que la presencia de los perros disminuye el estrés de los niños, y les ayuda a entrar en un espacio desconocido, que en principio les provocaba rechazo.

El uso de animales ha demostrado ser positivo en el tratamiento de problemas emocionales, neuronales y psicológicos en niños.

Cómo son los perros.

El blog Sr. Perro nos cuenta que esta prƔctica es bastante habitual en clƭnicas dentales de EEUU. Para aplicarla no se puede utilizar cualquier perro. Es necesario que el perro estƩ adiestrado. Que pueda estar encima de las piernas del niƱo, el tiempo que dure la visita, y que el niƱo lo pueda tocar o acariciar sin que el perro se vaya.

Para estas terapias se utilizan razas de perro determinadas como los perros de agua. Estos perros son hipoalergƩnicos. Son perros tranquilos, empƔticos y cariƱosos con los niƱos.

Para esta acción se crea un equipo que lo forman el odontopediatra, el perro y el terapeuta que lo acompaña. Antes de empezar la visita, el terapeuta le presenta el perro al niño. Durante un momento juega y entran los dos juntos a box clínico. El niño se olvida de sus miedos y entra mÔs tranquilo.

Cuando el niƱo se sienta en la silla del dentista, el perro se coloca sobre sus piernas. Ante cualquier ruido o inseguridad, el niƱo acaricia al perro, lo cual le sube la autoestima y se siente protegido.

Después de la intervención, el niño juega en una sala un rato con el perro. Es una especie de recompensa por lo bien que se han portado los dos, tanto el niño como el perro. Esto le da ganas al niño de volver al dentista cuando sea necesario.

El empleo de animales en terapias con niƱos se utiliza para tratar distintas disfunciones. Estas son dos de ellas:

Terapias con perros para tratar la hiperactividad.

El T.D.A.H. (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) es uno de los trastornos del desarrollo mÔs comunes entre los niños. Se calcula que un 6,7% de los menores de 12 años lo sufren.

Es un problema neuronal que impide al niño centrar la atención en una tarea. Esto le crea problemas de rendimiento escolar y, con frecuencia, frustración. Normalmente, se aborda con terapias conductuales y el suministro de fÔrmacos tranquilizantes.

Se sabe que a los niños con este problema, cuidar un perro les ayuda a centrarse. Se sienten responsables del animal y estÔn pendientes de lo que hace.  Algo que les cuesta mÔs en otras facetas del día a día.

La interacción emocional entre el perro y el niño aumenta la confianza, la concentración y disminuye la hiperactividad del pequeño. Digamos que el perro es el mejor tranquilizante natural. Los juegos entre los dos, las caricias, los besos del perro le dan un cariño al niño que es beneficioso para su desarrollo.

La fundación Affinity nos habla de una terapia que se lleva a delante con niños que padecen T.D.A.H. en la Escuela de Desarrollo Infantil de Irvine (California). Durante el tiempo que dura la sesión de terapia, los niños se sientan o se tumban junto a Rusty, un Foster Terrier adiestrado. Los niños hablan con el terapeuta sobre habilidades sociales mientras acarician, abrazan o se acurrucan con el perro. El perro impasible aceptan todas las muestras de cariño de los niños. Con la presencia del perro, los niños logran centrar la atención en la conversación y se sienten mÔs relajados.

En la universidad de California se realizó una terapia experimental con 12 niños que padecían hiperactividad. Se les sometía a distintas tareas, desde sentarse en una mesa a dibujar, hasta resolver operaciones matemÔticas en un cuaderno. Si los niños se portaban bien y hacían lo que tocaba, se llevaban como recompensa jugar un rato con dos perros adiestrados. La terapia demostró ser mÔs efectiva que el suministro de fÔrmacos.

  Terapias con caballos para niños de espectro autista.

El autismo es un conjunto de enfermedades neuronales que afectan a la interacción del sujeto con su entorno. Algunas de estas enfermedades son de nacimiento y tienen distintos grados de desarrollo. Algunos casos son casi imperceptibles.

Lo que todas ellas tienen en común es que la persona se encierra en sí misma y no se relaciona con el entorno, y cuando lo hace es de forma mecÔnica. Hay quien piensa que los niños autistas son insensibles, no es cierto, lo que no saben es como expresar sus sentimientos o como interactuar con los demÔs.

La equinoterapia, o terapia con caballos, ha demostrado desarrollar las capacidades sociales, cognitivas y fƭsicas de los niƱos que sufren autismo. Esta terapia consiste en una serie de actividades guiadas, entre las que se encuentran pequeƱos paseos a caballo.

Durante la terapia, el niño siente que el caballo y él estÔn unidos. El niño siente los impulsos rítmicos del caballo en su cuerpo. Su respiración, su ritmo cardiaco, sus movimientos. Esto hace que preste mÔs atención al entorno.

Otro aspecto fundamental es la temperatura. El caballo tiene una temperatura corporal sensiblemente superior a la del hombre. Se mueve entre los 38º C y los 41,5 °C. La temperatura ayuda a relajar los músculos del niño y mejora la circulación de la sangre. Lo cual favorece el flujo hacia los órganos internos.

El movimiento del caballo es suave y rítmico. Similar al de la marcha humana. Lo que favorece la concentración. Tras la sesión, el niño estÔ en condiciones fisiológicas y mentales óptimas para poder afrontar otros ejercicios.

Uno de los beneficios mÔs positivos de esta terapia es la relación psico-afectiva que se crea entre el niño y el caballo. Estos ejercicios hacen que el niño desarrolle sentimientos de protección y seguridad hacia el animal, al cual se siente unido emocionalmente, al tiempo que aumenta su confianza y su aceptación.

No quiero decir con este artĆ­culo que sentir miedo a ir al dentista sea tan grave como padecer autismo o hiperactividad. He querido hablar de estas terapias para poner de manifiesto la utilidad de los animales para superar determinados problemas.

El empleo de perros para que los niƱos superen su miedo a ir al dentista es una medida fantƔstica que esperemos se vaya extendiendo por las clƭnicas dentales de nuestro paƭs.

 

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