La dentadura está integrada dentro de una estructura ósea y muscular que abarca la mandíbula, la cara y el cuello. Para resolver algunos problemas dentales hay que intervenir en otras partes del cuerpo que no es la boca. Se realiza mediante pequeñas intervenciones quirúrgicas.
Como nos comentan los cirujanos de la clínica dental Recaver, expertos en implantes dentales en Valladolid, a veces la odontología no es suficiente para corregir algunos problemas que aparecen en la boca. Este es el caso de algunos tipos de malas conclusiones que se dan en la dentadura, mordidas defectuosas, que además de ocasionar un aspecto deforme, son fuente de migrañas, dolores de oído, problemas digestivos y prevalencia de la placa dental.
En cuanto a las mal-conclusiones dentales, existe la sobremordida, en la que los dientes superiores se sobreponen a los dientes frontales inferiores. Con la mordida cruzada los dientes inferiores cierran por delante de los superiores y con la mordida abierta, las dos arcadas no se llegan a juntar, provocando problemas al morder.
Es necesario hacer un análisis concreto de cada caso, pues en determinados pacientes el problema no se resuelve con la ortodoncia. Su causa es una descompensación entre el tamaño de los maxilares. Mostrando una asimetría. Es necesario recurrir a la cirugía para tratarlo. Este es solo un ejemplo de los problemas que resuelve la cirugía maxilofacial.
¿En qué consiste la cirugía maxilofacial?
Según la International Association of Oral & Maxillofacial Surgeons (IAOMS) es una especialidad quirúrgica que se encarga del diagnóstico, cirugía y tratamiento de enfermedades, heridas y aspectos estéticos relacionados con la boca, la cara, los dientes y el cuello.
Estas enfermedades tienen un origen traumático, tumoral, o se producen por degeneración o envejecimiento. Al trabajar en un territorio anatómico muy complejo, el cirujano abarca desde la reconstrucción de determinadas partes dañadas del rostro, a la extracción de muelas del juicio enquistadas en las mandíbulas, partiendo siempre de la interconexión de las diferentes partes de la cara.
Respecto a la boca, se encargan de áreas como la cirugía dentoalveolar, el manejo de traumatismos maxilofaciales (que abarcan los dientes, la mandíbula y el cráneo), el tratamiento de tumores en las glándulas salivares, la articulación témporo-mandibular o el tratamiento de la apnea del sueño.
Tras obtener la titulación en medicina u odontología, el cirujano se especializa a través del MIR con una formación práctica supervisada de 5 años. Se trata de una rama compleja y altamente especializada de la cirugía, en la que con frecuencia el facultativo procede a una doble formación en medicina y odontología para adquirir un conocimiento exacto de la zona.
En un procedimiento aparentemente sencillo como la colocación de un implante interviene el cirujano. Los implantes dentales son apósitos sanitarios que se instalan en el interior de la encía y sustituyen la raíz de los dientes caídos. Este objeto metálico debe integrarse en la estructura ósea del paciente y fusionarse de forma natural con los huesos de la mandíbula, proporcionando estabilidad y evitando infecciones. Es necesario tener un conocimiento exacto del maxilar del paciente, y estudiar qué tipo de implante encaja a la perfección en él. Es la parte más importante del tratamiento, por delante de la prótesis que sustituirá la parte exterior del diente.
Cinco problemas que resuelve la cirugía maxilofacial.
En el portal de noticias de Yahoo se publicó un artículo muy ilustrativo sobre como la cirugía maxilofacial ayuda a solucionar problemas de salud, en él se exponían casos reales. Estos son 5 de los problemas que resuelve esta especialidad quirúrgica:
- Fracturas en la mandíbula. Por medio de un golpe o un accidente se pueden producir roturas de huesos de la mandíbula o la articulación. Estas situaciones ocasionan dolor al masticar, hablar o simplemente al abrir la boca. El cirujano deberá proceder a la reconstrucción de los huesos dañados y tomar medidas para inmovilizar lo máximo posible la zona, con el fin de propiciar la fusión del hueso, de manera que afecte lo menos posible a la vida del paciente. En esta categoría entran todas las alteraciones que se dan en el maxilar inferior, en el superior, en la órbita, en el pómulo y en la cara.
- Regeneración ósea de las mandíbulas. Con la caída de un diente o por la acción de enfermedades bacterianas en las encías como la periodontitis, se puede haber perdido masa ósea que dificulta la colocación de un implante. El cirujano deberá valorar si es necesario colocar una prótesis supletoria que cubra la superficie perdida o proceder a métodos que propicien la regeneración natural de la zona. El papel del cirujano maxilofacial en la colocación de implantes es decisiva en todo el proceso. Desde la inspección y diagnóstico, en diseñar el implante dental y en realizar la operación para colocarlo.
- Tumores en cuello y cabeza. El cirujano es el encargado de extirpar el tumor. No todos son cancerígenos, y tienen su base en la superficie escamosa que va desde la boca al cuello. Forman parte del aparato digestivo. Otros tumores aparecen en las glándulas salivares o en los nervios de la cabeza y el cuello. Cuando aparecen en la boca se aprecia una mancha blanca o roja en la encía o en la lengua. Puede aparecer un bulto o inflamación que hace que una prótesis dental no esté bien encajada. Genera sangrado y un dolor poco común en la boca.
- Deformación de los dientes y la cara. Es lo que se llama deformación dentofacial. Se corresponde, con frecuencia, al tamaño desproporcionado de la mandíbula superior o inferior, ocasionando una mala conclusión de la boca. En este caso, el cirujano realiza un tipo de cirugía plástica centrada en la boca, devolviéndole la funcionalidad a la dentadura.
- Disfunciones de la articulación témporo-mandibular. Como indica la revista médica Mediline Plus, los dolores de mandíbula generan un dolor que se disemina por toda la cara, se escuchan chasquidos al mover la mandíbula y un cambio de alineación de los dientes. Es lo que popularmente llamamos mandíbula desencajada. La articulación témporo-mandibular conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza.
Tratamientos.
Aparte de la colocación de implantes dentales, en donde hemos señalado el papel tan importante que juega el cirujano maxilofacial, estos son otros tratamientos que realiza:
- Extracción de muelas del juicio que presentan complicaciones.
- Dientes incluidos. Son dientes que se forman dentro de los maxilares y no han erupcionado. Es importante extraerlos para no generar infecciones.
- Eliminación de quistes y pequeños tumores en la cavidad oral.
- Injertos de encía o regeneración ósea. Son necesarios en algunos casos para proceder a la implantología dental o para frenar la propagación de enfermedades periodontales.
- Cirugía plástica de frenillos labiales. Las anomalías en los frenillos afectan a la mecánica de la boca y son fuente de infecciones. El frenillo es el tejido fibroso que mantiene unida la dentadura al labio. Sirven como barrera para que el labio no se desplace de su posición normal. En el frenillo hipertrófico, la anomalía más frecuente de este género, el frenillo del labio superior tiene una implantación baja, que tensa en exceso el labio. Dificulta su movilidad y presenta dificultades de pronunciación fonética, generando un habla balbuceante.
- Tratamiento de enfermedades en las encías, como la periodontitis, y biopsias médicas.
La cirugía maxilofacial es una especialidad muy específica de la cirugía. Parte de una visión global de los órganos que actúan en la cara, y de la interconexión de los mismos. Su intervención es decisiva para resolver enfermedades, alguna de ellas graves, que se ocasionan en la boca. Una disciplina que va mucho más allá de la odontología tradicional.