Una de las partes del cuerpo a las que prestamos la mínima atención a pesar de se lo que nos sostiene, son los pies. Cuando hablamos de revisiones periódicas, visitas médicas o reconocimientos generales, lo habitual es pensar en el dentista, especialistas concretos de medicina o la salud en general y a nivel interno. Pocas son las veces en las que escuchamos que alguien va al podólogo a que le revisen los pies. Antes, acudimos al traumatólogo cuando tenemos alguna dolencia en esta parte del cuerpo.
Sin embargo, el podólogo es el médico encargado del cuidado de esta parte, sus patologías y los problemas que pueda padecer un pie. Sin olvidar, que cualquier afectación que sufran nuestros pies, puede influir directamente en el resto del cuerpo.
Desde Icoa, nos recuerdan encarecidamente la importancia de cuidar nuestros pies de la manera adecuada. Como la mayoría andamos un poco perdidos en cuestiones podológicas, hemos decido dedicar este post a los servicios que ofrece esta especialidad. Así como las dolencias por las que debemos acudir a él y no a otro especialista.
A todos nos suenan nombres como pie diabético, hongos, pie de atleta o estudio de la pisada. Cuando se trata de estos asuntos, el tratamiento adecuado para solucionar estos problemas, solo puede proporcionarlo un podólogo.
Biomecánica de la marcha
Realizar un estudio de estas características es algo que ha dejado de ser para deportistas profesionales. Actualmente, los podólogos suelen realizar este tipo de estudios para determinar posibles lesiones o su prevención.
Tras el análisis del pie en posición tanto estática como dinámica y su relación con otras estructuras óseas como la cadera, la rodilla o la columna, se pueden relacionar lesiones sufridas con la forma de pisar. También es posible prevenir lesiones musculares y osteoarticulares y mejorar el rendimiento.
Es estudio de la biomecánica de la pisada, va dirigido a todas esas personas que padecen una lesión o sufren molestias cuando caminan o están de pie.
Quiropodia
Este servicio en particular, esta directamente relacionado con la eliminación de las callosidades y las alteraciones que presentan las uñas de los pies. Consiste en un corte y fresado de las uñas, eliminación de las durezas mediante delaminación, tratamientos para los callos y durezas que se presentan. Fresado de talones para eliminar las grietas producidas por el calzado y por supuesto también masajes relajantes e hidratación para los pies cansados.
Tratamiento para los juanetes
Todo el mundo conoce su nombre y muchos padecen esta afectación en el o los pies. Esta protuberancia ósea, se forma en la articulación de la base del dedo gordo. Algunos de los huesos de la parte frontal se salen originando que la punta del dedo apunte a los más pequeños obligando a la articulación a sobresalir. Este hecho puede dar lugar a una bursitis y sus molestas consecuencias.
Aunque en numerosas ocasiones, no se requiere tratamiento médico, es conveniente acudir a un podólogo cuando se presenta un dolor continuo en el dedo gordo o el pie, se observa la protuberancia y disminuye el movimiento y los zapatos no quedan bien y por tanto, hacen daño.
Dedo en garra
Esta deformidad rígida que se da en las articulaciones proximal y distal de los dedos del pie debido a una flexión de la misma y al proceso inflamatorio que la acompaña, puede aliviarse mediante un tratamiento conservador. Antes de que la rigidez sea absoluta, el uso de plantillas u órtesis de silicona puede paliar los síntomas que cursan con dolor al llevar zapatos. Cuando la deformidad se cronifica y la rigidez impide el movimiento, habrá que llevar a cabo un tratamiento quirúrgico. Es de vital importancia acudir al podólogo en caso de sospechar que se sufre dedo en garra para evitar que vaya a mayores.
Pie diabético
Como su propio nombre indica, el pie diabético es un problema habitual en personas que padecen diabetes. La importancia de esta patología requiere un tratamiento adecuado ya que su aparición, tardía, puede desembocar en un alto riesgo de amputación.
La primera manifestación de esta patología suele deberse a la aparición de ulceras en el pie. Estas lesiones, inicialmente menores, pueden agravarse de nos ser tratadas. El cuidado de los pies y su revisión por especialistas es fundamental en el caso de las personas diabéticas para detectar y prevenir que el pie diabético tenga un mal pronóstico.
Uña encarnada
Este tipo de trastorno es bastante frecuente. En este caso, el extremo superior de la uña se injerta en la carne provocando dolor, enrojecimiento, inflamación y en numerosas ocasiones, infección. Por norma general aunque no tiene porque ser así, el dedo que más afectado se ve es el gordo.
Hay que tener especial cuidado ante el dolor intenso pues puede ser que la infección se extienda.
Hongos en las uñas
Más habitual de lo que parece y algo a lo que no se le suele prestar mucha atención salvo que no desaparezca en mucho tiempo, la onicomicosis es la infección por hongos que afecta a la uña sin presentar demasiadas molestias.
Aunque sea así, es conveniente acudir al podólogo en caso de presentar esta patología. Los síntomas empiezan con una deformación de la uña y una decoloración entre amarillenta y blanquecina. El diagnóstico es sencillo para un profesional ya que se basa en observar su aspecto, para confirmar el mismo, un cultivo y una PCR especifica pueden ser necesarios. El tratamiento es por igual sencillo, antifúngicos y una limpieza exhaustiva de la misma. En ocasiones, la uña debe ser extirpada al completo para evitar la reaparición.
Ante un aspecto diferente de las uñas, como que se hallen engrosadas, cambien de color, se encuentren frágiles, descamadas o irregulares, o incluso, presenten mal olor, lo más conveniente es acudir al especialista.
Estas son algunas de las patologías más frecuentes en la consulta del podólogo. Los servicios que ofrecen estos profesionales incluyen la ortopedia y las prótesis que puedan ser necesarias para paliar algunos problemas de pisada, por ejemplo.
A priori, algunos de los problemas que puedan afectar a nuestros pies, pueden parecer inocuos. Sin embargo, no tener en cuenta como es debido la aparición de ciertos síntomas, puede desembocar en problemas mayores, como cojera o incluso problemas lumbares o cervicales.
Los pies, sostienen el resto del cuerpo. Si algo en ellos falla, antes o después, las consecuencias se harán notar en otra parte. A parte de cuidarse en los aspectos médicos, su aspecto debe ser tenido en cuenta. Proporcionar cuidados a los pies para que luzcan bonitos y saludables, se está convirtiendo en un hábito.
Una de las mejores cosas que podemos hacer para protegerlos y cuidarlos, es sin duda, prestar atención al calzado que utilizamos. En numerosas ocasiones, los zapatos son la causa de las afecciones de los pies. Adquirir zapatos adecuados tanto al pie, como a las actividades a desempeñar para que estos nos sufran es fundamental.
Limpiarlos, mimarlos y mantener la piel de los mismos hidratada, evitará la aparición de grietas y durezas. Mantener las uñas bien cortadas, es uno de los mejores remedios ante la aparición de uñas encarnadas.
Algunos consejos para el cuidado diario de los pies son los siguientes:
- Un aseo diario que incluya tobillos, plantas, uñas y espacios interdigitales.
- Un buen secado. La humedad, el calor y los restos de jabón son aliados de los hongos.
- Hidratación. Usar una crema hidratante acorde con el estado de la piel y masajearlos.
- Mantener las uñas cortas.
- Utilizar calcetines de algodón y calzado cómodo.
- Hacer ejercicio de forma regular para mantener activos músculos, articulaciones y tendones.