Hay días que tenemos negros, otros que son grises y otros que se convierten en color de rosa de bien que nos ha ido. Pues al igual que ponemos tonalidades para nuestro día a día también lo tenemos para nuestros estados de ánimo. Seguro que has escuchado hablar de eso de que el color de los hospitales tiene que ser tranquilizador o que si vas a un bar tiene que haber colores que inciten a beber. Pues lo mismo pasa con esto, es la denominada cromoterapia.
He leído un libro muy interesante sobre el tema de los colores y está escrito por Eva Heller y eso que fue publicado en el 2004. En “Psicología del color: cómo actúan los colores en los sentimientos y la razón” ya daba en las principales motivos y causas. Una lectura muy recomendable y que cambió la forma de verlo todo.
Rojo, amarilla y naranja
Pues bien, esta experta nos dice que el rojo, el naranja y el amarillo son colores excitantes de nuestro sistema nervioso. Es decir, nos activan y transmiten energía. Incitan a la actividad y dan ánimo. Asimismo, están indicados especialmente para todas aquellas personas que se sienten decaídas, bajas de ánimo o con tendencia al desánimo. Así que si un día estás de bajón lo que tienes que hacer es vestirte con alguna de esta tonalidad.
Verde, el azul y el violeta
Estamos ante colores “sedantes”, de esos que transmiten tranquilidad y que incitan a la relajación. El verde, azul y violeta tienen un efecto de relajación y aportan paz a la mente y al cuerpo. Son ideales para llevar en las prendas en las entrevistas de trabajo, ya que transmiten transparencia, sinceridad y responsabilidad.
Está claro que el verde nos evoca a la naturaleza, el azul al profundo del cielo y el violeta es el más elegante de las flores. Todos ellos llevan el mensaje de curación emocional. Por este motivo son ideales para poner en las paredes de sitios donde queramos abandonarnos al relax. Solo de pensarlo ya puedes estar pensando en ello. Como te decíamos, por eso en los hospitales la mayoría de los colores que mandan son el verde y el azul.
El blanco y el beige
El blanco y el beige son símbolos claros de pureza y simplicidad. Ideales para poner en sitios donde queramos alcanzar la máxima concentración. El sitio ideal para pintar las paredes de blanco seria una habitación de estudio. Por eso, si vemos que nuestro hijo no estudia mucho, pues vamos a hacer un esfuerzo y darle una mano de esta tonalidad. Quizás consigamos el milagro y pueda aprobar. Eso sí, que coja los libros estaría muy bien.
Rosa
El color rosa claro transmite bondad, inocencia y buenas intenciones, aunque también puede ser percibido por el otro como un signo de inmadurez. Es ideal para llevar si necesitas que alguien confíe en ti para algo.
Negro y el gris
El color negro transmite tristeza y pesimismo, pero en la vestimenta aporta elegancia y seriedad. No sería recomendable llevar en verano, ya que ópticamente da la sensación de cerrajón, calor y poca transpirabilidad.
Por eso, a la hora de decorar las paredes de una habitación, hay que tener en cuenta que estos colores “encienden” y dan energía, algo que también nos indican los pintores. Por ejemplo en Pintores González siempre te asesoran cuando tienes que pintar una casa, una nave, comunidades, patios de luces, colegios, hoteles, residencias, hospitales, casas, pisos, locales comerciales, etc.
y esto de los colores no es ninguna bobada, porque lo podemos notar cuando nos vestimos, dependiendo de nuestro estado de ánimo pues elegimos uno u otro. Si eres consciente de lo que aporta cada color, puedes dar un giro a tu estado de ánimo. Como has visto, os hemos hablado aquí de las sensaciones y emociones que provocan los colores desde el punto de vista de la cultura occidental. Y es que quizás en otros lugares no pase lo mismo.
Veréis que casi todos ellos pueden ejercer una emoción doble, es decir, pueden conllevar tanto sensaciones positivas como negativas. Por estos motivos hay que ir jugando con los colores en ropas, adornos, decoraciones, etc… para ir equilibrando las emociones y poder llegar al bienestar. Es la mejor forma de conocernos a nosotros mismos y mostrarnos ante los demás. Ya has visto que el mundo de los colores nos puede hacer ver la vida…y nunca mejor dicho, de otro color.