Llega Navidad y es hora de ser solidarios y solidarias con nosotros y nosotras mismas. Es un período en el que pensar en el prójimo es bastante habitual, pero también es importante que nos demos algún que otro capricho después de un año de duro trabajo y en el que seguramente haya habido algún aspecto en el que hayamos merecido más de lo que hemos recibido. Se trata de una época en la que la palabra regalo está a la orden del día y creemos que es también tenemos que valorarnos nosotros y nosotras mismas y hacernos ese capricho del que os estamos hablando. Es una de las mejores maneras que podemos encontrar para motivarnos.
Todo el mundo es consciente de que el periodo navideño es uno de los que más gastos conlleva. El menú de Nochevieja y Nochebuena se une a la realización de regalos para nuestros seres queridos, a las cenas de empresa o de amigos y a esos pequeños caprichos que nos tenemos que dar porque también nos lo hemos merecido. Aunque es verdad que el gasto que se realiza está por encima de la media de cada mes del año, debemos mantener ese pensamiento al margen y centrarnos en ese regalito que nos hemos hecho a nosotros o nosotras mismas y de las ventajas que nos va a proporcionar a lo largo de nuestro día a día.
Vamos a analizar diferentes noticias y estudios que hacen referencia al gasto que hacen los españoles y las españolas durante el periodo navideño, en concreto el que estaba previsto que realizaran durante la Navidad del año pasado. Según la página web de la Revista Aral, ese gasto se situaba en los 497 euros, que ya es una cantidad bastante importante que en muchos casos equivale al 50% del salario mensual. Según se indicaba en la noticia, ese gasto equivalía a un 5% menos del que se realizó durante la Navidad del año 2021. El aumento de precios en los alimentos bien podría haber puesto en guardia a muchos españoles y españolas, llevándoles a ir con ese “freno de mano” puesto a la hora de hacer sus compras.
El portal web Statista realizó un análisis del que se desprende otro resultado. Como podéis ver en el enlace que os dejamos a continuación, la previsión que manejaban los profesionales de este medio era que cada español se iba a dejar unos 634 euros en compras navideñas, lo cual se puede asemejar bastante más a la realidad de una enorme cantidad de gente en España. Los regalos, con una media de 270 euros, era la partida en la que más invertíamos, por delante de una bebida y comida que se encontraba en torno a 100 euros más abajo. El ocio y la restauración, con 140 euros, y los viajes, con 59, completaban las piezas del puzzle.
De entre todos esos regalos y caprichos a los que ya hemos hecho referencia en los párrafos anteriores, es preciso destacar uno de los sectores en los que más confían los españoles y las españolas para el periodo navideño. Hablamos de la moda. Sin duda, es el sector favorito de una buena cantidad de gente en nuestro país. Seguro que a vuestro alrededor encontráis a alguien a quien le encanta que le regalen algo de ropa, ya sea en Navidad o para su cumpleaños. La ropa es un bien necesario para el ser humano y también es una manera de ganar en belleza y de reforzar nuestra identidad. Por eso siempre es buena idea regalar ropa si conocemos de primera mano a la persona a la que va dirigido ese regalo.
Uno de los momentos del año preferidos por la gente para regalar ropa a sus seres queridos es la Navidad. Y una de las prendas que más éxito suele tener durante ese momento del año es el vestido. Nos cuentan desde La Pepa Alicante, una entidad que tiene como joya de la Corona precisamente una prenda como la que acabamos de comentar, que más del 30% de las ventas que se producen durante el año tienen lugar durante la última semana de noviembre o las tres primeras de diciembre, momento en el que los 47 millones de habitantes que tiene este país está pensando en qué regalarle a sus seres queridos.
Y es que estamos hablando de un tipo de prenda que genera una ilusión enorme para quien la recibe. Sin duda, es una pieza deseada para dicha persona porque el vestido es el elemento de moda que más nos va a permitir presumir de belleza. Y, aunque podamos tener algún gusto muy personal en relación a este asunto, si nos lo regala alguien que nos conoce a la perfección y sabe cuáles son nuestros miedos o certezas, seguro que va a dar en el clavo con lo que andábamos buscando. La prueba de ello es que el número de devoluciones de vestidos se ha reducido de una manera bastante considerable en los últimos años y que las que se producen tienen más que ver con la talla, produciéndose un reemplazo de la misma pero no del modelo de vestido que nos hayan regalado.
Un regalo ideal para todas las edades
Una de las grandes ventajas que tiene regalar un vestido es que puede ser un bien idóneo para personas de todas las edades. Desde que somos muy jóvenes hasta que somos ancianas, necesitamos vestidos. Es algo con lo que crecemos y con lo que nos vamos desarrollando, que nunca nos va a venir mal y que va a ayudar a potenciar esa belleza que nos caracteriza. Por tanto, es una opción que siempre va a ser viable con independencia del tipo de persona para la que estemos pensando un regalo para la Navidad.
La cantidad de ventas de vestidos que se producen durante el período navideño es la mejor prueba para demostrar que lo que estamos comentando es tan real como la vida misma. Si nunca habéis recibido un regalo en forma de vestido durante la Navidad, seguro que más pronto que tarde os va a llegar. Las empresas que se dedican al sector de la moda también han hecho lo posible para que esta realidad haya llegado hasta nuestros días a través de la intensificación de sus campañas publicitarias en un período navideño que siempre es atractivo para potenciar las ventas, con independencia de cual sea el sector en el que se enmarque nuestra entidad.
Además, y al tratarse de un regalo tan especial, nos aseguramos de que la gente que lo recibe se acuerde perfectamente de nosotros o nosotras. Sin duda, es una de las mejores opciones que tenemos en lo que respecta a un regalo para un ser querido, ya sea para Navidad o en cualquier otro momento del año. Y así lo va a seguir siendo. Quien nos conoce sabe cuál es nuestra fortaleza y nuestra debilidad respecto a un aspecto tan personal como lo suele ser la ropa, así que es difícil no acertar con este tema. Y, por muchos vestidos que se tengan de antemano, no está de más tampoco ampliar nuestro fondo de armario.
La moda es siempre un mundo que está en constante cambio y que va a dar vida a muchos tipos de prendas. Cada año, la tendencia es una diferente a la del año anterior, así que cada año tenemos la capacidad de regalar un vestido que sea completamente distinto al de la Navidad pasada. Ese es otro de los secretos que a buen seguro le han servido al negocio de la moda para triunfar también en Navidad y para ser tan poderoso económicamente como lo es en esta época el sector del juguete, que hace su agosto durante la última parte de noviembre y durante el mes de diciembre al completo.
Es importante regalar, pero también y como os decíamos al principio, es relevante que tengamos en cuenta que nosotros y nosotras mismas también merecemos ese regalo. Ese capricho nos va a proporcionar un extra de felicidad que no podemos conseguir de otra manera y que debemos hacer posible. Depende de nosotros y nosotras mismas. Además, es una manera que podemos encontrar para motivarnos de cara a cualquier ámbito de la vida y ganar en autoestima, que es un factor del que no cuidamos lo suficiente y cuya falta puede deparar consecuencias de muy difícil solución a lo largo de nuestra vida.
No lo dudéis. Os lo merecéis. Cualquier momento es bueno para deciros a vosotros o vosotras mismas que ya está bien, que merecéis un premio por todo lo que habéis venido trabajando y consiguiendo durante los últimos meses. Ni que decir tiene que vais a poder sonreír gracias a ello y que esa sonrisa será más que merecida. Debemos proporcionar a nuestra vida esas dosis, aunque sean pequeñas, de felicidad. Nosotros y nosotras mismas vamos a enfocar la vida de otra manera, algo muy necesario para minimizar todos esos problemas que siempre notamos muy presentes y que nos agobian a lo largo de cada día.