Amueblar para alquilar, una inversión rentable.

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Salón de piso en alquiler

Según el portal Idealista, a nivel de toda España, los pisos amueblados se alquilan un 40% más caros que los pisos sin amueblar. En algunas ciudades se alquilan antes. Amueblar para alquilar es una inversión interesante si pretendes rentabilizar tu propiedad.

En todos los años que llevo alquilando pisos para vivir en ellos he visto de todo. Desde pisos amueblados con muebles viejos, que el propietario no sabía qué hacer con ellos; hasta pisos con mobiliario relativamente nuevo, comprados en una cadena de hipermercados Low Cost. He visto pisos recargados para lo que es un alquiler y pisos que tenían los muebles justos, con un enfoque minimalista, pero con los enseres suficientes como para poder hacer vida en el piso desde el primer día. He de decir, a título personal, que siempre me he inclinado por alquilar pisos amueblados. A no ser que las circunstancias me obligaran a lo contrario.

Desde principios del siglo XXI, en Barcelona arraigó la costumbre de alquilar pisos vacíos. Como mucho tenían acondicionada la cocina y el baño. El porcentaje de pisos amueblados es menor con respecto a los pisos sin amueblar. Lo que sí puedo decir es que un piso amueblado en la ciudad condal se alquila en cuestión de horas.

Evidentemente, alquilar un piso requiere una inversión. Pero actualmente, con todas las opciones que tenemos de muebles de segunda mano y muebles Low Cost, es menos de lo que nos imaginamos. Lo podemos ver en tiendas de muebles online como Muebles Morte, una tienda de muebles baratos de Valencia, inaugurada en 1945, que hoy tiene versión online y hace envíos a toda España. La web tiene una categoría específica de muebles para pisos en alquiler. A mí me ha llamado la atención como puedes amueblar un dormitorio juvenil desde 0 con 645 €, menos de lo que cuesta una mensualidad. El resultado es realmente precioso. Si pudiera, lo encargaría para mi hija. Estamos hablando, pues, de una inversión que se amortiza con rapidez.

Los pisos amueblados permiten subir el precio del alquiler.

Como hemos señalado al principio, los pisos amueblados nos permiten subir el precio del alquiler hasta un 40%.

El mercado inmobiliario es complejo y el precio de los alquileres viene determinado por otros factores, además de sí el piso tiene muebles o no. En fijar el precio de alquiler influye de manera determinante la ley de la oferta y la demanda. Si la oferta de pisos en alquiler para larga duración es insuficiente para cubrir la demanda, el precio de los alquileres se dispara. Otros fenómenos nuevos también hacen que el precio del alquiler suba. Uno de ellos es la proliferación de los alquileres turísticos, que eliminan inmuebles para el alquiler ocupacional y lo destinan a alquileres de corta duración. De esta manera hacen que el precio de todos los alquileres suba indirectamente. Otro factor, sin duda, es la especulación que ejercen los fondos de inversión, los fondos buitre. Que ponen precios de alquiler desorbitados, disparando los alquileres de toda la ciudad. Estos fondos se han hecho con grandes cantidades de pisos que han comprado a bajo precio. Aunque no los alquilen todos, obtienen beneficios, pero sobre todo obligan a los inquilinos en general a asumir condiciones leoninas para poder alquilar.

Aun así, volviendo al tema que estábamos tratando, los pisos amueblados son más caros que los vacíos. No se da igual en todas las ciudades, pero, en Barcelona, por ejemplo, los pisos amueblados se alquilan un 35,9% por encima que los pisos sin muebles. En otras ciudades como Logroño, Albacete y Ávila, la diferencia oscila entre un 13 y un 15%. En San Sebastián (Donosti), un piso amueblado es un 31% más caro que sin amueblar. Curiosamente, en Madrid es donde menos diferencia de precio hay entre los pisos con muebles y los sin, un 9%.

Amueblar pensando en el inquilino.

Alquilar un piso obliga al propietario en pensar como si llevara un negocio. Por tanto, ha de planificar el amueblado de la vivienda centrándose en las necesidades del cliente tipo.

Es cierto que con las características que tiene ahora el mercado de alquileres, los inquilinos terminan alquilando lo que sea. Pero si una pareja joven encuentra un piso amueblado con muebles actuales, se va a decantar antes por este que si le ofrecen un piso que le recuerda al de su abuela.

Parece un tema menor, pero no lo es. A los pequeños tenedores, los propietarios que tienen entre uno y cinco pisos en alquiler, les preocupa bastante quién meten en sus pisos. Seleccionar bien al inquilino minimiza, en gran medida, los riesgos que tiene el alquiler. El riesgo de impago y el riesgo de deterioro de muebles e instalaciones.

Así, por ejemplo, si lo que buscamos es alquilar el piso a una familia con niños, debemos tener acondicionada una habitación infantil, una habitación de matrimonio y un comedor confortable donde se pueda reunir la familia.

Si lo que queremos es alquilárselo a un trabajador o profesional soltero, un single, podemos planificar un piso pequeño, pero práctico, que incluya una cocina tipo americana, un pequeño despacho donde colocar el ordenador y una habitación que sea cómoda y coqueta.

Todo esto no significa que haya que decorar el piso al detalle. Tampoco es lo que buscan los inquilinos. Los clientes potenciales desean tener espacio para personalizar la vivienda a su gusto y disponer desde el principio de lo básico para vivir en el piso.

Piensa que en última instancia, los pisos entran por los ojos, por delante del precio. La decoración del piso debe generar la ilusión de que el inquilino se vea viviendo en él.

Qué muebles poner en un piso de alquiler.

Amueblar un piso para alquilarlo no tiene por qué representar una gran inversión. No estamos decorando la casa para nosotros, sino para atraer a posibles inquilinos.

La web Fotocasa Life señala que amueblar un piso con muebles de segunda mano nos puede suponer un ahorro de 8.000 € frente a si colocamos muebles nuevos de calidad estándar. En provincias como Barcelona, Baleares y Girona el ahorro puede llegar a suponer hasta los 20.000 €.

Otra de las opciones a la hora de amueblar un piso para alquilarlo son las cadenas de muebles Low Cost. Ikea, por ejemplo, se ha convertido en el gran proveedor de los propietarios de pisos amueblados en alquiler. Si optas por esta opción, no puedes quedarte solamente con Ikea. Investigando un poco puedes encontrar muebles económicos y bonitos en tiendas de muebles pequeñas. Esta solución ofrece un plus, los inquilinos nos estamos cansando de ver todos los pisos amueblados iguales. Con el mismo tipo de muebles.

Hay una serie de básicos que deben estar presentes en todos los pisos amueblados. Como es lógico, debemos tener la cocina y el baño equipados. Con espacio de almacenamiento y con sus electrodomésticos correspondientes. Aunque no sean de gran calidad.

En los dormitorios debe haber una cama, un armario y al menos una mesita de noche. El comedor se busca que tenga un sofá, un mueble para colocar la tele, una mesa para comer y unas pocas sillas.

Un mueble interesante, aunque no imprescindible, es poner una mesa de escritorio para poder colocar allí el portátil. Hoy mucha gente estudia y trabaja en casa, por lo que disponer de un espacio para ello está bastante valorado.

Como vemos, amueblar un piso para alquilar no supone un gran despliegue de medios.

Los inconvenientes de un piso amueblado.

Evidentemente, todo en un piso amueblado no es maravilloso para el propietario. Tiene sus problemas e inconvenientes, pero como veremos a continuación, son fáciles de solventar.

En primer lugar, amueblar un piso requiere una inversión inicial. El propietario debe huir de convertir su piso de alquiler en un trastero. Esta orientación puede espantar a nuestro inquilino tipo. Si reutilizamos muebles viejos, debemos hacerlo en su justa medida y pensando en que sean útiles para el inquilino.

Aunque tengamos que comprar muebles nuevos, esta inversión se amortiza en menos de un año. Por lo que para alquileres de 5 años, tenemos más de 4 anualidades que se quedan prácticamente netas para nosotros. Todo esto sin olvidar, que gran parte de los muebles que hemos comprado continuarán siendo útiles para posteriores alquileres.

El segundo inconveniente es que en cada cambio de inquilinos debemos hacer una inversión en reparaciones. No debemos echarnos las manos a la cabeza por si determinados muebles se han roto. El piso lo hemos amueblado con muebles de segunda mano o con muebles económicos. Es lógico que algunos de ellos se estropeen con el uso.

Aparte de las reposiciones de mobiliario, el propietario debe dejar el piso lo suficientemente atractivo como para atraer a nuevos inquilinos en las condiciones que quiere fijar. Gran parte de estas reparaciones se suplen con la fianza que el inquilino saliente dejó en su momento.

Como hemos dicho antes, alquilar un piso es un negocio. En todos los negocios, para poder ganar más debes invertir. Amueblar el piso es una de las inversiones más rentables que puedes hacer en una vivienda para alquilar.

 

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