Todos y todas somos perfectamente conscientes de lo difícil que puede resultar circular por Madrid. Estamos hablando de la capital de España, de una de las ciudades con más tráfico de toda Europa y de una urbe con mayúsculas que da trabajo y vivienda a millones de personas. Cómo es lógico, eso hace que haya una riada de gente que, cada día, se mueva en transporte propio hasta su puesto de trabajo, hasta su vivienda o hasta cualquier sitio en el que haya podido quedar para tomar algo. Madrid es una ciudad que tiene mucha vida y se encarga de demostrarlo día a día.
Estamos hablando de un lugar en el que, hay que reconocerlo, a veces es agobiante conducir… y en el que también puede llegar a ser verdaderamente agobiante tener que aparcar. Este es uno de los males de los que más se quejan tanto los madrileños como las personas que acuden a la ciudad de pasada. Y no es para menos. No es fácil encontrar un hueco en el que podamos dejar el coche porque todo está realmente lleno. Y da igual en el barrio en el que nos movemos. Hay tanta gente que, desde luego, en cualquier sitio nos vamos a encontrar con problemas en este sentido.
Hablamos de una ciudad en la que, en su M-30, circularon en 2023 un total de 374 millones de vehículos según la página web del Diario de Madrid. Estamos hablando de una cifra tremenda y que pone de manifiesto que hay que buscarle sitio a todos esos vehículos, y no solo un sitio por el cual circular, sino también en el que aparcar. Las plazas de aparcamiento en la calle no son suficientes y la verdad es que es necesario tirar de parkings privados para complementar la oferta que se necesita a lo largo y ancho de toda la ciudad.
La verdad es que un parking privado soluciona la vida de muchas personas. Por un lado, los que se encuentran en comunidades de vecinos permiten que las personas que viven en ellos tengan la posibilidad de no sufrir por aparcar relativamente cerca de su hogar, algo que se valora mucho en las grandes ciudades y que, desde luego, es un importante indicador a la hora de determinar cuál es la calidad de vida que tenemos. Por otro lado, los parkings que se encuentran en espacios de las ciudades especialmente atomizados son un verdadero respiro para aquellas personas que suelen frecuentar partes de la ciudad como estas.
En la actualidad, las grandes ciudades deben disponer de parkings privados para hacer posible que la gente no se vuelva loca buscando aparcamiento. En ciudades como Madrid o Barcelona, esto se ha convertido en una necesidad básica. Y una de las cuestiones que ha ido asociada de una manera innegable ha sido la variedad de lugares de este tipo que nos podemos encontrar. En la capital de España es especialmente destacable el Orbit Parking puesto que ofrece un servicio de lujo caracterizado principalmente por estar totalmente automatizado, con lo cual se garantiza una experiencia sencilla y cómoda para el conductor. Eso, y su ubicación en Núñez de Balboa, una posición estratégica en la ciudad, hace que cada vez más personas estén posando su mirada en él.
Son muchas las personas que se han beneficiado en algún momento de la existencia de los parkings privados. Es la solución necesaria para una enorme cantidad de personas que en algún momento han necesitado un espacio en el que dejar el coche y hacer posible que ese sufrimiento que está asociado a buscar una plaza en una gran ciudad desaparezca por completo. La mayoría de las personas han tenido en algún momento que invertir mucho tiempo y gastar bastante gasolina en encontrar una plaza de aparcamiento. En ocasiones, se perdía más tiempo y dinero solo en buscar aparcamiento que en llegar a la zona a la que queríamos trasladarnos.
Una apuesta por la seguridad
Además de todo lo que ya os hemos comentado, hay que decir una cosa que muchas veces no se dice pero que es tan real como la vida misma: un parking privado es sinónimo de seguridad. ¿Cuántas personas han tenido problemas en su coche después de haberlo dejado aparcado en plena calle? ¿Cuántos pinchazos y cuántos intentos de robo se han producido de ese modo? ¿Y cuántas veces se ha congelado el coche y ha sido difícil climatizarlo cuando lo hemos vuelto a coger? Ni que decir tiene que estos son solo algunos de los interrogantes y problemas que nos podemos encontrar con la simple acción de dejar el coche en plena calle.
Cuando hablamos de depositar el coche en un parking privado, la cosa cambia por completo, eso seguro que ya lo suponíais. Lo primero y más importante es que se gana en seguridad. Nadie pincha la rueda de un coche ajeno cuando este se encuentra en un parking. Tampoco se va a producir ningún robo y la protección que tiene el vehículo ante elementos meteorológicos adversos como la lluvia, la nieve o el frío es mucho mayor. Incluso lo protegemos de este modo cuando hace calor, puesto que ya sabéis que las altas temperaturas hacen que muchos de los mecanismos del vehículo sufran más (por ejemplo, la correa de distribución).
Una necesidad que va a mayores
En una ciudad como Madrid, el número de habitantes no para de crecer. Según una noticia que vio la luz en la página web del diario El País, en mayo del año pasado había aumentado el número de empadronados en 120.000, por lo que se acababa de alcanzar la cifra de los 3’4 millones. Estamos hablando de números relativos solamente a la ciudad. A esos, hay que añadir los que día a día la visitan por motivos de trabajo o por una simple cuestión de ocio. Y es que Madrid presenta una enorme cantidad de posibilidades por las cuales puede ser una buena idea visitarla.
A causa de todo lo que estamos hablando, es lógico que la capital de España haya tenido la necesidad de ampliar servicios como los relativos a las plazas de parking. Y es que una ciudad en la que haya carencia de este tipo de servicios es una ciudad en la que falta algo, en la que es imprescindible hacer cambios. Desde luego, desde las administraciones públicas se ha hecho todo lo posible para que haya un montón de plazas de aparcamiento tanto públicas como en parkings privados. La verdad es que no hay una manera mejor de darle a una ciudad una imagen que sea apetecible.
Actualmente, son muchas las ciudades que están creciendo en el interior de nuestras fronteras. Ya no estamos hablando solo de Madrid, sino de capitales de provincia e incluso municipios. España es un país que ahora tiene cerca de 50 millones de habitantes, una cifra que nunca se había alcanzado y de la que ni siquiera estábamos cerca. Como es lógico, al alcanzar esa cifra, también ha crecido el número de personas que tienen coche y que necesitan aparcarlo en algún lado. De ahí que este tema se haya convertido en un asunto de interés general para toda la población o para la inmensa mayoría de ella.
El caso es que un país como el nuestro crece año a año. Aspectos como nuestra gastronomía, nuestro clima, nuestro bienestar… hace que haya una enorme cantidad de gente interesada en acudir a nuestro país para buscar una vida mejor que la que tienen en sus países de origen. A eso se une que ya no hay un goteo tan prolongado de personas de nacionalidad española que se tengan que marchar al extranjero a buscar una vida mejor. España es un país en el que ahora se vive bien y en el que es necesario reforzar algunos servicios para que el día a día no sea un suplicio para muchos.
Y es que no podemos negar que el hecho de tener dificultades a la hora de encontrar un aparcamiento puede ser una de esas cosas que nos arruine el día. Se trata de una cuestión que puede conducirnos a padecer altos niveles de estrés, un estrés que luego es muy difícil de quitarse de encima durante el resto del día. ¿Os imagináis tener que acudir a trabajar y antes de que empiece vuestra jornada estar estresados porque no encontramos un sitio para dejar el coche? Es algo que ocurre en la actualidad y que hace más difícil la rutina diaria de la gente. Debemos hacer todo lo posible por cambiar esa realidad.
Disponer de un vehículo propio es una necesidad imperiosa para un enorme volumen de población a día de hoy. De eso depende en buena medida la libertad de la que goza la gente. Pero eso exige que nuestros pueblos y ciudades estén preparados para ofrecer un número de plazas de aparcamiento idóneo en función de su población y de sus visitantes. Si es posible ofrecerlas, haremos de nuestro lugar en el mundo un sitio mejor, más amable y más cómodo. ¿Qué puede ser más importante que eso?