Cómo es la convivencia en un centro de día

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Aún recuerdo un día de comida en mi casa. Hablando de todo un poco, surgió el tema de qué pasaría con nuestros padres en unos años. Cuando ellos fueran mayores y quizás no se pudieran valer por ellos mismos. ¿Qué pasaría? Yo, con la cabeza fría, afirmé que la mejor solución sería llevarles a un centro de día, o incluso a una residencia, ya que por nuestros trabajos ninguno de mis hermanos podríamos estar con ellos.

De repente, mi hermano Miguel elevó la voz y dijo “no, nunca”. Yo le contesté, “por qué? Y el me dijo que “por sus santos…sus padres estarían con él y que él se encargaría de todo”. Una frase que queda muy bien, dicha con el corazón, pero sin analizar. Fue en ese momento cuando yo le pregunté que cómo lo iba a hacer, si el horario de su trabajo es de 9 a 14 horas, y por la tarde, de 16 a 20. ¿En esas horas qué harías? ¿Vas  a dejar de trabajar? ¿De qué vas a vivir?”. Su cara fue un poema. Eso sí, recapacitó y me dio la razón.

Con este ejemplo quiero decir que muchas veces no pensamos con la cabeza, y en el caso de tener que decidir si tus padres acuden a una residencia pasa eso. Lo fácil es hablar por hablar. Sin embargo, ahora mismo nada tiene que ver el comportamiento que se tiene ahora en un centro de día con lo que había antes. Por eso, hoy queremos visitar el Centro Frama, que nos abre sus puertas para conocer como es, y nunca mejor dicho, el día a día en estos lugares.

El lugar tiene cabida para 140 plazas. En un horario de 8:00 a 21:00 horas y unas instalaciones que superan los 1000m2, los centros de día Frama se han convertido en los centros de referencia en A Coruña gracias a su atención personalizada, sus innovadores servicios, su ambiente familiar y, sobre todo, gracias a sus profesionales, altamente cualificados y en formación continua para dar siempre el mejor cuidado a sus usuarios.

Tanto el centro de día para mayores de la calle Merced, como el centro en el paseo marítimo, disponen de transporte adaptado para que los usuarios que lo necesiten puedan disfrutar de la movilidad que requieren, tanto en excursiones organizadas como en paseos. Disponen de terapias individuales, adaptadas a cada usuario, cuyo objetivo son garantizar la máxima autonomía e independencia en el día a día. “Y es que nuestro primer centro de día para mayores nació con la idea de implantar un nuevo concepto de atención que combinara la atención profesional con un entorno familiar, un objetivo que hemos conseguido e implantado durante más de 20 años en ambos centros”, nos explican desde el centro.

Terapias

En estos lugares también se ofrecen terapias individuales que permitan alcanzar el mayor nivel de autonomía e independencia en el desarrollo de las actividades diarias, a aquellos usuarios que sufren diferentes patalogías neuropsicologícas, neurológicas y psiquiátricas como por ejemplo en los traumatismos craneoencefálicos, en los accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, demencias, esclerosis múltiple, esquizofrenia…, buscando siempre la mejora de su calidad de vida.

Tras una evaluación previa, se diseñan los objetivos específicos dependiendo, entre otros aspectos, del nivel de alfabetización y de las motivaciones personales de cada persona. Las sesiones se llevan a cabo por personal especializado: psicóloga, terapeutas ocupacionales y/ o fisioterapeutas dependiendo de la terapia propuesta. Son sesiones de una hora de duración, cada una, 2 ó 3 días a la semana.

Rehabilitación

Incluye todas las medidas que tienden a disminuir el efecto de las lesiones y procesos degenerativos que producen incapacidad y minusvalías, permitiendo mantener, dentro de lo posible, las habilidades óptimas para su autonomía personal y la integración en el entorno.

Las familias

Existe una creciente sensibilización ante la necesidad de atención que merece la familia y/o el cuidador/a principal. Los habituales problemas de sobrecarga ponen de relevancia la importancia de desarrollar este tipo de programas. En este lugar, llevan a cabo actuaciones grupales e individuales, de carácter social, psico-emocional y educativo que apoyan a cuidador informal en su difícil tarea. Y es que, en estos momentos la labor de este personaje es esencial.

Ya has podido comprobar cómo han cambiado las cosas. Mis padres finalmente están en una residencia de día. Mi hermano sigue en su trabajo. Yo voy a verlos siempre que puedo. Y es que, al final, la vida tiene que seguir y todos somos conscientes.

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