Las conservas son un tipo de alimento que no debería faltar nunca en ninguna casa. Una lata de conserva puede ser una opción muy socorrida para cuando tenemos poco tiempo para cocinar o para cuando no hemos podido ir a hacer la compra y tenemos la nevera vacía. Incluso nos pueden servir como acompañamiento o para aderezar algunos platos.
Si todavía no eres fan de las conservas en este artículo voy a explicarte sus principales beneficios para que no te falten razones para tener siempre alimentos de este tipo en tu cocina.
Amplia fecha de caducidad
La principal ventaja que aportan las conservas o alimentos enlatados es su amplia fecha de caducidad. Podemos comprarlas hoy y comerlas un año o incluso dos después. Por ello, nunca está de más tener varios alimentos enlatados porque nunca sabemos cuándo los vamos a necesitar.
Alimentos con todas sus propiedades intactas
Los alimentos en conservas son saludables y muy nutritivos. A pesar de estar enlatados la comida en conserva no pierde sus propiedades. Las frutas, legumbres y verduras enlatadas mantienen todas sus vitaminas. Esto se debe a que la materia prima tras su recolección pasa rápidamente al proceso de enlatado en el que se conservan todas sus características y propiedades.
Esto también ocurre en el caso de los pescados, carnes y mariscos que mantienen sus proteínas y propiedades intactas.
Ahorro de tiempo
El uso de conservas en la cocina otorga un gran ahorro de tiempo entre fogones. Son una buena opción cuando tienes prisa para comer. Cuando no tenemos tiempo para cocinar siempre apostamos por la pasta, pero con los alimentos enlatados se tarda muchísimo menos tiempo.
Entre que ponemos el agua a hervir, llega al punto de ebullición y dejamos la pasta el tiempo oportuno de cocción se tarda como mínimo 10 minutos. Y esta pasta no se come sola, tendremos que preparar al menos una salsa con la que arreglar los macarrones o espaguetis que hayamos cocinado. Vamos a calcular unos 5 minutos como mínimo en este proceso. Como poco en un cuarto de hora habremos preparado este plato.
Mientras que por ejemplo abrir una lata de alcachofas en conserva y arreglarla tardaremos incluso menos. Se pueden hacer simplemente a la plancha en 5 minutos y echarles especias como ajo o cebolla en polvo para que tengan más sabor. De esta manera, se consigue un plato sano en menos tiempo incluso que la pasta. Sin duda son una gran apuesta para ahorrar tiempo en la cocina.
Multitud de opciones diferentes
Puedes tener en tu despensa latas de verduras y legumbres, botes de frutas, pescados en conserva o salazón e incluso salsas. Hay multitud de opciones diferentes para todos los gustos, paladares y necesidades.
Las verduras son una buena opción para un primer plato saludable. Ya están cocinadas las verduras así que solo tendrás que calentarlas y arreglarlas al gusto. Hoy en día en los supermercados puedes comprar casi todo tipo de verduras en conserva desde alcachofas, pasando por acelgas o cardo.
Las legumbres en conserva se pueden utilizar para hacer un plato único. Por ejemplo, puedes hacer garbanzos enlatados con un poco de cebolla, huevo duro y jamón y hacer una versión suave y rápida del cocido. También las legumbres enlatadas están muy buenas en ensalada.
Los pescados en conserva pueden servir como acompañamiento o picoteo. ¿A quién no le gusta untar una lata de atún? O mejor aún, disfrutar de unos calamares en su tinta o unas sardinas. Por cierto, las sardinas en conserva disponen de mucho más calcio que las naturales, ya que este mineral se encuentra en gran medida en las espinas y gracias al tratamiento al que se somete este pescado para enlatarlo las raspas son comestibles. Éste y más beneficios de las latas de sardina los puedes descubrir en un artículo de El Español que puedes leer haciendo click aquí.
Al igual que hay pescados también pueden encontrarse conservas de carne. Las más habituales son el magro de cerdo, la pechuga de pollo y las salchichas. Pero también se puede comprar confit de pato, carne de vacuno o codornices. En la etiqueta de cada lata se indicará el proceso necesario para cocinarlo, pero lo más habitual es que tan solo haya que calentarlo un poco.
Existen latas de salsas y acompañamientos para todos los gustos. En los supermercados se pueden encontrar botes que van desde el tradicional tomate frito, pasando por cebolla caramelizada o salsa carbonara. Estas latas pegan con pastas, arroces o carnes y son perfectas para darle un toque de sabor a nuestros platos en escasos minutos.
También existen frutas enlatadas, las hay naturales en su jugo o en almíbar. Ambas opciones son perfectas para disfrutar de una pieza de fruta.
Son fáciles de almacenar
Las latas y botes son muy fáciles de almacenar, ocupan muy poco espacio y no requieren de cuidados especiales, se pueden dejar a temperatura ambiente en cualquier armario o estantería.
Contribuyes a disminuir el despilfarro de alimentos
En cada lata las raciones están contadas por lo que es muy fácil calcular lo que necesitas para la comida, sin tener que tirar las sobras. Y ya no solo por eso, en Hida Alimentación, especialistas en conservas, señalan que “durante la producción las partes no aprovechables de los vegetales se desechan en el campo”. Mientras que si tú comprases las verduras generarías mucha más basura al tener que limpiarlas en casa y en muchos casos desaprovechando partes que sí se pueden comer en el caso de las conservas.
Tienen precio asequible
Y por último hay que destacar que los alimentos en conserva suelen ser mucho más baratos que los naturales. Incluso las conservas ‘gourmet’ suelen tener un precio menor que el producto fresco. Además, hay que tener en cuenta que al comprar los alimentos enlatados nos podemos ahorrar echarles especias u otros condimentos, ya que habitualmente vienen aderezados.
Estos son los principales beneficios de las conservas. Esperamos que todavía no te falten razones para apostar por este tipo de alimentos.