El deporte a nivel mundial que más gente mueve es sin ninguna duda el fútbol. Este es el motivo que, paradójicamente, suele recibir más críticas. Las grandes cantidades de dinero que se manejan dentro de esta burbuja son enormes y ya han ocasionado algún movimiento serio en contra de este deporte. Lo cierto es que el balompié ha evolucionado una barbaridad merced a la globalización y es eso lo que ha propiciado que las cifras astronómicas sean cada día más habituales entre las entidades que lo protagonizan. Y parece que la cosa va a más.
Sin embargo, el fútbol es vital para mucha gente y por razones que son de lo más diversas. A unos les toca directamente en lo económico puesto que trabajan directamente en este mundo o porque éste ejerce una influencia bastante importante sobre su sector. Otros lo prefieren por salud, puesto que el deporte siempre es recomendable en su justa medida para mantener la línea y disipar el sedentarismo en el que mucha gente entra casi sin darse cuenta. Otros y otras, por una tercera parte, encuentran en el fútbol un medio para conectar con la sociedad.
El portal web Hacer Familia publicó un artículo en el que se hizo referencia a los cinco deportes que recomendaba la AEP, la Asociación Española de Pediatría. El fútbol se encontraba entre esos cinco por la simple razón de que, siendo un deporte de equipo practicado por mucha gente, facilita que un niño pueda hacer amigos y en definitiva labrarse lazos sociales que le van a ser de utilidad a la hora de crecer tanto como persona como profesional. Y eso adquiere una importancia en la vida de los más pequeños que es digna de ser tenida en cuenta por todos y todas.
Es cierto que el fútbol no es el único deporte a través del cual una persona se puede desarrollar tanto social como mental y físicamente. El artículo del que hablábamos antes indicaba que la natación, el judo, el tenis o la gimnasia rítmica tienen una importancia tremenda en lo que a ese desarrollo se refiere. Sin embargo, en España, dada la importancia que tiene el deporte del once contra once, no hay ninguno que permita evolucionar a tantos niños y niñas como él mismo. Pueden preguntárselo a quien quieran. A nadie le entra ninguna duda al respecto.
El fútbol es uno de los motores económicos y sociales de muchas de las ciudades de las que se compone nuestra geografía. Los padres y madres de muchos niños y niñas españoles desean que sus hijos jueguen al fútbol cuando son pequeños porque gracias a eso pueden hacer todavía más amigos y formar parte de las vidas de más personas. Este es el pensamiento de los profesionales de Marian’s Sport, una entidad dedicada a la venta de calzado futbolístico y que por tanto se encuentra ligada a este mundo.
Un beneficio que, por supuesto, también es físico
Numerosos médicos y especialistas en el cuerpo humano han mostrado su preocupación en los últimos años por el número de personas que en España llevan una vida totalmente sedentaria y en la que el deporte no tiene cabida. El asunto es peligroso pero tiene soluciones que encuentran en el deporte un nexo común. Un artículo publicado en el portal web Deporte Salud hacía incidencia en la importancia del deporte a la hora de adquirir destrezas como la psicomotricidad, la coordinación de movimientos o la agilidad mental. Ahí es nada.
Esas tres labores son prácticamente la máxima expresión del fútbol a día de hoy. Quien juega habitualmente a este deporte suele tenerlas muy bien desarrolladas y es ese el motivo por el cual los padres y madres andan interesados en que sus pequeños y pequeñas aprendan fútbol y les compran las botas que les son necesarias para ello. Y la verdad es que al tomar esta decisión muchas parejas aciertan. Solo hace falta preguntar a los jugadores y jugadoras cómo se encuentra después de cada partido.
El fútbol, como todos pueden ver, no siempre es un asunto en el que el dinero hace acto de presencia de la manera más cruel. El fútbol es también una manera de aprender cosas que a cualquier persona le pueden ser de utilidad a lo largo de su vida. Compañerismo, coordinación de movimientos, sacrificio, entrega o capacidad de superación son solo algunas de las cosas positivas que tiene este magnífico deporte. Y hay muchas más. Pero eso mejor lo podemos reservar para un artículo futuro.