Nos ha tocado vivir una etapa en la que para bien o para mal están cambiando muchas de las cosas a las que estábamos habituados y el ejemplo más claro de ello lo tenemos en las empresas, las cuales están viviendo una nueva revolución en la que la informática copará gran parte de las novedades. Pero no solo eso, sino que en las industrias ya no solo será la informática quien domine, sino que esta dejará paso a la robótica para poder crear todos los componentes con la mayor precisión alcanzada hasta la fecha. Sin embargo, estas no son las únicas cuestiones que están cambiando puesto que tan solo tenemos que mirar alrededor de nosotros mismos para poder comprobar lo que nos está haciendo el coronavirus en tan solo unos meses que lleva con nosotros. Más allá del dolor de las familias que lo están sufriendo, la realidad es que esta enfermedad está tirando por tierra todo aquello que creíamos muy común y habitual y que, por tanto, no valorábamos, y lo está convirtiendo en un profundo objeto de deseo. Es por ello por lo que a lo largo de las siguientes líneas os queremos mostrar como podemos incentivar la economía de una empresa en unas fechas tan complicadas como las que estamos viviendo en la actualidad.
Como os decimos, el coronavirus ha llegado para trastocar gran parte de los planes económicos y de crecimiento de las empresas, es por ello por lo que para poder subsistir a esta dura crisis han de tirar de ingenio y diferenciarse, ahora más que nunca de sus competidores más directos y es que solo de esta forma podrán seguir manteniendo su nicho de mercado y no solo eso, sino que también si alguna de ellas cae en el intento, la que quede ha de saber aprovechar la oportunidad para poder sacar rédito económico de la caída de un competidor.
Una de estas fórmulas para diferenciarse de la competencia la encontramos en el packaging y es que un buen envoltorio es capaz de ganar clientes. Esto se debe a que un buen diseño es capaz de atraer las miradas de los potenciales clientes y así conseguir posicionarse por encima de la competencia. En este sentido, un buen packaging, entre otros, nos permite:
- Mejorar los resultados por estacionalidad y/o promoción. Si tienes uno de esos productos, como los helados o los bombones, que tienen una fuerte estacionalidad aprovecha las semanas clave para introducir un nuevo diseño que conecte emocionalmente con los clientes y genere así un mayor reclamo. Lo mismo ocurre con el impacto promocional, que aumenta su intensidad. El diseño, acompañado de una promoción, potencia el atractivo del producto, multiplicando la opción de compra previa.
- Aumento del valor percibido del producto. Si el producto nos entra por los ojos, nos parece atractivo y podemos identificarlo visualmente con valores positivos estaremos más dispuestos a pagar un precio más alto por el mismo. Por ello, es muy útil como motor para la mejora de la calidad percibida.
- Genera demanda. Un buen diseño consigue atraer la atención, aumentar la capacidad de seducción y el interés y, por lo tanto, también la intención de compra (sobre todo en productos de impulso, más emocionales).
- Mejora la identificación, comunicación de atributos y visibilidad del producto. Cuando un producto tiene un diseño reconocible es más fácil para el consumidor poder identificarlo claramente de un vistazo. Esta capacidad de actuar como elemento diferenciador se debe utilizar eficazmente también cuando el producto presenta varias gamas. Un buen packaging puede ayudar al consumidor a identificar fácilmente de cuál de ellas se trata y, por lo tanto, hacerle más sencillo el acto de la compra.
Así, si vosotros queréis tirar de esta ingeniosa solución para no perder comba en los tiempos tan complicados que corren, nosotros os recomendamos que os pongáis en manos de Empacke, expertos en diseño e imagen corporativa en Sevilla, y es que ellos no solo son expertos en packaging, sino que también lo son en branding, por lo que os pueden dar una solución integral a todas vuestras carencias que os ayuden a continuar creciendo y expandiéndose por el mundo, de tal forma que podáis aprovechar los nichos de negocio que se van dejando atrás los competidores.
El branding, otra de las claves ingeniosas de futuro
El Branding es el proceso de definición y construcción de una marca mediante la gestión planificada de todos los procesos gráficos, comunicacionales y de posicionamiento que se llevan a cabo. O lo que es lo mismo, es la gestión global de todos los elementos tangibles e intangibles que rodean a la marca con el fin de construir y transmitir una promesa que será clave.