Una de las cuestiones que más solemos relacionar con la belleza en el mundo occidental es todo lo que tiene que ve con los complementos. Y, más en concreto, con lo que tiene que ver con la joyería. En este artículo no vais a encontrar clichés de ningún tipo: la joyería es algo que atañe a los hombres y las mujeres y está claro que, habiendo productos para ambos sexos, ambos públicos son susceptibles de encontrar en una tienda especializada en joyería un hueco para cubrir sus necesidades o caprichos.
El mundo de la joyería se ha enfrentado a muchas dificultades en los últimos tiempos. Fue uno de los sectores más castigados a causa de la llegada de un problema de las dimensiones de la crisis económica del año 2008, que terminó con más de cinco millones de personas en el paro solo en España y que ocasionó graves trastornos a la sociedad de los que todavía no nos hemos recuperado por completo ni mucho menos. Ahora que parecía que estábamos despegando una vez más, ha llegado el coronavirus y las joyerías se han visto gravemente perjudicadas. Y es que, en momentos de necesidad, este es el sector que más pierde.
Veamos cómo ha evolucionado la facturación de un sector como la joyería en los últimos años. En una noticia que vio la luz en el portal web Statista tenemos la información que buscamos: si en el cuarto trimestre del año 2013 la facturación superaba por poco los 3.000 millones de euros, en el cuarto trimestre del año 2017 se situaba al borde de los 9.000 millones, algo que pone de manifiesto la tremenda evolución que ha venido experimentando el sector en un periodo de tiempo que es bastante reducido.
Un texto que vio la luz en el portal web AXA XL informaba de lo que le espera al sector de la joyería en el futuro más inmediato. El artículo asegura que la estrategia de las joyerías en los momentos de dificultad que nos ha tocado pasar ha sido el de especializarse un poco más en los productos que comercializan. Es decir, hay tiendas y negocios que han apostado por la más alta joyería y otros que han apostado por la joyería de fantasía, que es más asequible y que está orientada a otro tipo de público.
Una de las cuestiones con las que la belleza de una persona tiene una mayor relación es con lo que tiene que ver con los complementos, en especial en lo que respecta a la joyería. Se trata de una opinión que está extendida entre todo tipo de personas en nuestra sociedad y que nos ha sido confirmada por las profesionales de la Joyería Lorena. Después de que la llegada del COVID-19 haya mermado en buena medida las posibilidades de crecimiento de negocios como este, la empresa ha adoptado una estrategia de especialización para seguir captando la atención de sus clientes y clientas, una especialización que tiene que ver con la personalización de las joyas y su bajo precio. ¿El objetivo? Que todo el mundo tenga la posibilidad de seguir potenciando su belleza sin tener que hipotecarse para ello en un momento tan delicado como este.
Los resultados, desde luego, están siendo bastante positivos desde que se ha ido retomando la normalidad en este tipo de negocios. Es cierto que todavía no hemos visto la luz por completo a final del túnel, pero no cabe la menor duda de que estamos empezando a salir de una situación complicada, la más complicada desde que, al menos en nuestro país, se produjera la Guerra Civil. Y la verdad es que eso es mucho decir.
Necesidad de apoyo por parte de las instituciones
Los negocios familiares y las pequeñas y medianas empresas necesitan que las instituciones arrimen el hombro en estos momentos en los que nos encontramos. Cualquier ayuda es poca y la verdad es que negocios como lo son las joyerías podrían necesitar ayudas para terminar de salir del agujero. Aunque es cierto que el sector poco a poco comienza a recuperarse y que incluso muchas tiendas se están reinventando de una manera muy original y efectiva, el apoyo del sector público sigue siendo clave.
Por otra parte, también es elemental el apoyo de la ciudadanía en la medida de lo posible. Potenciar el comercio local es una de las mejores maneras de evitar que muchas empresas (tanto joyerías como otros negocios, lógicamente) se vayan al traste. Esperamos que esa ola de solidaridad que se ha levantado en todo el país desde que la pandemia empezase a gobernar nuestras vidas allá por el mes de marzo no se agote y que siga sacando adelante a muchas personas y a muchas empresas. Sería la mejor noticia a nivel social y económico que podríamos recibir en estos momentos.