La estética y la imagen está presente en nuestro día a día, todos deseamos ofrecer nuestra mejor imagen y una sonrisa bonita y es que sabemos que esta es la mejor carta de presentación. Por ello, los blanqueamientos dentales están de moda, son uno de los servicios o tratamientos más solicitados y con una demanda cada vez más creciente en las clínicas dentales. Por este motivo, si tu también estás pensando en hacértelo y vives en Badajoz, la clínica dental CBlanco es la mejor opción para realizarlo, pues ofrecen un servicio especializado y una atención personalizada a todos sus pacientes, con la ventaja exclusiva de que su tratamiento blanqueador puedes optar a realizarlo tanto en la consulta del odontólogo como en tu propio domicilio, siempre bajo supervisión médica, para un mayor grado de comodidad y satisfacción del cliente.
El blanqueamiento dental es un tratamiento de odontología estética que tiene por objeto eliminar las manchas dentales y hacer que las piezas dentales adquieran una tonalidad más blanca y brillante. Y aunque actualmente el canon de la moda marca unos dientes de un color tan blanco que no parecen naturales, debemos tener en cuenta que el color natural de los dientes tiene múltiples matices y que unos dientes un tanto amarillos o coloreados no tienen por qué no estar sanos. También son varios los motivos o agentes por los que las piezas dentales van cambiando su color, por ejemplo, el contacto con bebidas como el café, el té o el vino o con productos como el tabaco pueden llegar a alterar su color. Este hecho es lo que se conoce y denomina como manchas extrínsecas o exógenas. Estas manchas no suponen un verdadero problema, pues se eliminan con una limpieza dental y un buen cepillado, después de cada comida.
Se denominan manchas intrínsecas o endógenas a las que afectan a los dientes en su fase de formación, antes de que aparezcan en la cavidad bucal y están causadas mayoritariamente por deficiencias de vitaminas, de flúor o problemas con el esmalte, así como las que han penetrado en la dentina del diente, a través de un esmalte demasiado poroso, por el consumo de determinados medicamentos. Asimismo, también están incluidos en este grupo las manchas producidas por golpes o fracturas, además de las producidas por el envejecimiento dental, siendo, en este caso, necesario recurrir al blanqueamiento dental profesional.
Tipos de Blanqueamiento
Así, en el caso de necesitarlo, en las clínicas dentales especializadas pueden administrarnos dos tipos de blanqueamientos diferentes y que son:
- El realizado en consulta. Mediante la aplicación de un agente blanqueador, generalmente de peróxido de carbamida y peróxido de hidrógeno, en distintas concentraciones y que a través de los poros del esmalte llegan a la dentina, aclarando el color de los dientes. Es un método sumamente eficaz, realizado siempre bajo el control del dentista.
- Blanqueamiento en el domicilio del paciente bajo la supervisión del dentista. En este tipo de blanqueamiento la concentración de peróxido de carbamida es muy inferior, por lo que se realiza en el domicilio del paciente bajo la supervisión del dentista.
Además, es importante conocer y saber que estos tratamientos no están exentos de riesgos y daños, por lo que es muy importante, en primer lugar, que el paciente tenga una buena salud bucodental, es decir, que tenga una buena higiene dental, no presente caries, ni enfermedades periodontales. Una vez realizada esta valoración, vamos a intentar identificar algunos de los principales riesgos:
- Reabsorciones cervicales.
- Las personas con sensibilidad dental, problemas gingivales o patologías como la estomatitis, deben estar especialmente informadas y observar con especial cuidado las concentraciones de blanqueadores utilizados y los tiempos de exposición, pues pueden sufrir efectos secundarios indeseados y empeorar la situación.
En el mercado existen infinidad de productos blanqueantes dentales de venta libre. Estos productos tienen unas concentraciones inferiores al 0,1% de peróxido de hidrógeno, por lo que son inocuos para la salud, tal y como determina la Directiva Europea 76/768/CEE, por lo que su utilización sin supervisión médica no presenta riesgos para la salud, si bien sus resultados y eficacia son también muy limitados. Asimismo, es conveniente resaltar que estos productos pueden contener sustancias abrasivas suaves que pueden alterar y erosionar la composición del esmalte dental por lo que su uso, aunque permitido, no es recomendable en exceso.